La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación, aunque también puede aportarlo aditivos, utilizados en la industria alimentaria. La mayoría de las personas consumen demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la ingesta máxima recomendada. Un consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio. Aprende como llevar un estilo de vida más sano, reduciendo la cantidad de sal en tus comidas
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